La ortodoncia interceptiva es un tipo de ortodoncia que, como su nombre indica, “intercepta” el crecimiento del hueso maxilar evitando así posibles complicaciones o anomalías en el futuro como maloclusiones o problemas de mordida.

La mejor edad para lograr un desarrollo óptimo de los maxilares es entre los 7 y los 11 años, cuando el niño está en fase de crecimiento. Es aquí cuando los padres deben llevar al niño al dentista y cumplir con las revisiones periódicas necesarias para poder corregir a tiempo cualquier problema funcional que pudiera darse.

En ocasiones, será necesario expandir los maxilares y en otras estimular o frenar el crecimiento mandibular dependiendo de cada caso. Los hábitos infantiles como chuparse el dedo o colocar de manera incorrecta la lengua al tragar se pueden solucionar con la ortodoncia interceptiva con más facilidad si se trata a tiempo en edades tempranas, ya que más adelante, el tratamiento se complica mucho más.

En caso de no aplicar la ortodoncia interceptiva a tiempo cada vez será más difícil rectificar los problemas óseos porque la anatomía del paciente ya se ha desarrollado y resulta muy complicado modificarla. Incluso podría darse el caso de ser necesaria la intervención de un cirujano maxilofacial para poder solucionar el problema.

La ortodoncia interceptiva se divide a su vez dos tipos más de ortodoncia:

  1. Ortodoncia interceptiva de máscaras de tracción extraoral
  2. Ortodoncia interceptiva de disyuntor o expansor palatino

La primera es la que se utiliza específicamente para tratar problemas que se pueden producir con la mordida, y se utiliza cuando hay evidencia de anomalías en los huesos faciales. Por otro lado, el segundo tipo se utiliza para corregir anomalías en el paladar, las cuales son evidenciadas cuando este está hundido o con forma ojival.

Ventajas de la ortodoncia interceptiva:

  • Coordina la posición y el tamaño de los maxilares con la estimulación o el frenado de su crecimiento
  • Equilibra las fuerzas de la masticación para que resulte más eficaz
  • Mejora la estética facial
  • Mejora la el funcionamiento de la articulación temporomandibular
  • Mejora la salud bucodental
  • Protege los dientes de todo tipo de desgastes
  • Evita enfermedades periodontales que afectan a las encías y a los huesos de soporte dental

Una vez se finaliza el tratamiento con ortodoncia interceptiva, es posible que algunos pacientes requieran además de un tratamiento con ortodoncia correctiva. En estos casos se suelen emplear brackets y se colocan solo cuando la dentadura es completamente madura, es decir, sobre los 12 o 13 años de edad.