La halitosis es comúnmente conocida como “mal aliento”. Se trata, como ya sabrás, del desagradable olor que se emite por la boca de la persona que la padece. Por lo general, suele ocasionarse debido a una falta de higiene dental. No obstante, existen otros factores que influyen. Existe la transitoria, que se da en casos puntuales como cuando nos despertamos tras comidas pesadas, llevamos mucho sin comer o hemos bebido poco agua, o puede ser patológica y permanente, con origen bacteriano en la boca y lengua.
Cabe mencionar que el aliento no debe tener ningún olor especial y que, al salir el aire, también emergen partículas del pulmón, estómago, nariz y, sobre todo, boca. El exceso de microbios en alguno de estos lugares provoca los compuestos volátiles que producen un olor desagradable.
Diferentes estudios señalan que el mal olor de boca se debe en un 70-80% de los casos a un problema o enfermedad en la cavidad oral. Podemos describir las razones más frecuentes los siguientes:
1. La Hiposialia, xerostomía o boca seca. El estrés, los ansiolíticos, hablar mucho y el ejercicio físico son ejemplos de causas de boca seca, y una menor producción de saliva favorece la acumulación de bacterias. La disminución de la saliva durante la noche también generan bacterias que producen gases malolientes.
2. La falta de higiene en la lengua. El acúmulo de bacterias y restos orgánicos sobre el dorso de la lengua es origen de producción de compuestos volátiles del azufre causando halitosis.
3. La caries. La destrucción y reblandecimiento del esmalte es causa de infección dental, putrefacción y mal olor de boca, además suele ir asociada a acúmulo de bacterias y restos de comida entre los dientes.
4. La enfermedad periodontal. La periodontitis debida a las bacterias que hay en las encías causan necrosis y putrefacción, pero también infamación y enrojecimiento de encías, así como la presencia de bolsas periodontales, retracción de encías y sangrado.
5. Las prótesis defectuosas. El uso de prótesis en mal estado, antiguas o dentaduras postizas desgastadas, pueden ir en ocasiones asociadas a problemas candidiasis u hongos, acúmulo de restos de comida debajo de puentes, etc. que causa el mal aliento.
6. Otras causas menos frecuentes. Como pueden ser enfermedades respiratorias, tabaquismo, sinusitis, problemas digestivos, la respiración bucal, amigdalitis, etc. Por otro lado, existen otras enfermedades sistémicas que disminuyen el flujo salivar, como una diabetes mal controlada, problemas renales o disfunción hepática, etc. Además, el mal aliento también puede deberse a las dietas hipocalóricas, a saltarse horas de comida a la ingesta de alimentos como la cebolla o el ajo producen un aliento fuerte y característico, aunque sea temporal.
Cómo combatir la halitosis
Para poner fin al mal aliento primero debemos detectar qué es lo que lo está originando. Por ello, desde la Clínica Dental Giariber, te aconsejamos que si has notado en reiteradas ocasiones sensación de mal aliento, acudas al dentista y realices una revisión bucodental.
No obstante, para prevenir y combatir el mal aliento te recomendamos que mantengas en buen estado tu salud bucodental. También, que cepilles tus dientes después de cada comida, así como uses hilo dental y enjuague bucal. Por otro lado, recuerda hidratarte de forma constante para facilitar la salivación y evitar así la sequedad bucal.
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