La cirugía mínimamente invasiva es un nuevo concepto que se ha acuñado para hacer referencia a pequeñas incisiones y técnicas poco traumáticas, que se usan en distintos procedimientos quirúrgicos.

En lo que al procedimiento de esta intervención se refiere, en primer lugar, se lleva a cabo un estudio radiográfico a través de un escáner. Así, el profesional recibe la imagen del maxilar del paciente en tres dimensiones.

Los datos adquiridos se introducen en el ordenador para obtener dos reconstrucciones de la boca del afectado. Mediante esta técnica se puede simular la operación, donde se colocarán los implantes dentales en la correcta posición.

Al mismo tiempo, también se crean unas plantillas quirúrgicas que se utilizarán como guía, ya que reproducen con una exactitud total la posición de los implantes dentales simulados en el dispositivo.

Ahora que ya sabemos un poco más sobre la cirugía de implantes mínimamente invasiva y su procedimiento, es el momento idóneo para que sepas cuáles son sus ventajas:

  • No produce dolor al paciente.
  • Posibilita reponer uno o varios dientes de forma independiente, es decir, sin afectar a los de al lado.
  • No se produce sangrado.
  • No necesita puntos.
  • Se reduce el riesgo de dañar ciertas estructuras anatómicas, como por ejemplo el nervio dentario.
  • Permite optimizar el hueso disponible.
  • El postoperatorio es más cómodo y más llevadero en relación a la implantología tradicional.

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